Buceo en el Golfo de Finlandia
Bucear en el Golfo de Finlandia es como visitar un gran cementerio de barcos. Aunque la visibilidad está limitada a 2-3 metros, la baja salinidad del mar ha conservado aquí muchos cascos de barcos de madera de diversas épocas. Uno de los más famosos es el primer acorazado que se hundió en la Primera Guerra Mundial, el Pallada. Las condiciones son oscuras, frías y el tráfico marítimo es intenso, por lo que se requiere experiencia.
Justo al otro lado de San Petersburgo se encuentra el lago Ladoga, otro increíble destino ruso para el buceo en pecios y el mayor lago de Europa. Debido a sus aguas frescas y frías, también alberga muchos pecios bien conservados, como un avión de la Segunda Guerra Mundial, muchos coches y tanques.