La cueva de los peces trompeta es otra joya oculta que sólo unos pocos conocen y es el lugar de reunión local de todos los peces trompeta. Son capaces de cambiar de color para ayudar con el camuflaje y cuando se ven amenazados por lo general mantienen una posición vertical que es ideal para los entusiastas de la cámara bajo el agua.

A unos 15 kilómetros al norte del aeropuerto Reina Sofía Sur, nos encontramos con esta bahía protegida por los vientos alisios donde puedes bucear durante todo el año. Consta de tres arrecifes a tres profundidades y distancias diferentes de la costa, y una pared vertical frente a la costa accesible con los DPV

Llevamos manteniendo la hierba marina desde 2008 y hemos visto cómo crecía exponencialmente hasta cubrir ahora unos 600 metros cuadrados. Gracias a los eventos regulares de Océanos Azules y a la vigilancia diaria, ahora tenemos la recompensa de recibir la visita diaria de una familia de tortugas.

En la costa este, este sitio de buceo es adecuado los 365 días del año gracias a la pared del rompeolas que protege la entrada. Los cambios de marea pueden causar la formación de corrientes y resacas a lo largo de la pared, Este sitio no debe ser subestimado.

En esta parte del Pueblo La Jaca, encontraremos una piscina artificial que da entrada al lugar de buceo. El agua es cada vez más brava y profunda, pero aún así podrás disfrutar de la inmersión. La entrada puede ser resbaladiza

Una salida antes de Abades, encontramos este hermoso pueblo llamado La Jaca. La Jaca es un pequeño pueblo local que ofrece un arrecife increíble con las condiciones perfectas para todos los niveles. Una entrada y salida fáciles. A veces puede hacer viento.

En el corazón del hermoso pueblo de El Tablodo, hay un bonito punto de buceo a lo largo de la orilla del pueblo. Fácil acceso al agua, fondo rocoso y arenoso mezclado con hierba marina más hacia el océano.

Este punto de inmersión es accesible con mar en calma o con viento de poniente. Es posible aparcar en el barranco que está justo detrás de la cala. Es más fácil entrar en esta inmersión desde el extremo norte.

Al final de un callejón sin salida que conduce a la pequeña playa se encuentra este encantador y salvaje sitio de buceo. Hay poco espacio para el estacionamiento y las condiciones son favorables para la entrada solo el 50% del año, cuando el viento del NE no es demasiado fuerte.

Marina privada a solo 8 kilómetros al sur del aeropuerto Reina Sofía. Solo unos pocos centros tienen acceso legal ya que la entrada es desde un embarcadero reservado para buzos donde está prohibido el paso a botes. Hay baños con duchas y un bar restaurante.