El remolcador Phoenix forma parte del Parque de Pecios Artificiales de Pernambuco y fue hundido junto a los remolcadores Bellatrix y São José, distantes entre sí en pocos metros. Este pecio está en posición de navegación y muy bien conservado. Se puede ver el casario con sala de mando, chimenea, timón y más.

El Bellatrix fue uno de los remolcadores hundidos con el propósito de formar parte del parque de naufragios de Recife. Antes de ser hundido, fue limpiado para la seguridad de los buzos durante las penetraciones. Hoy este pecio está en posición de navegación y descansa a 30 metros de profundidad.

El remolcador Mercurius fue hundido el mismo día y muy cerca de los remolcadores Saveiros y Taurus, después de los procedimientos de limpieza y preparación para el buceo. Hoy se encuentra en posición de navegación, prácticamente intacto. Se puede ver la sala de control, la hélice en el conducto y se puede acceder a la sala de máquinas.

El Walsa es un remolcador similar a los Saveiros y Mercurios, hundido con el fin de formar parte del Parque de Pecios Artificiales de Pernambuco. Se encuentra a 40 metros de profundidad y está muy bien conservado debido a su excelente hundimiento. Es un lugar ideal para inmersiones técnicas y profundas.

Tras hundirse en 2003, en el puerto de Recife, el remolcador Taurus fue devuelto a la superficie y, debido a los daños, donado al proyecto de arrecife artificial. Hoy este pecio se encuentra a 25 metros de profundidad, ligeramente adherido a babor. Es posible penetrar e identificar muchas piezas.

El remolcador Virgo yace en el fondo en posición de navegación a sólo 20 metros del remolcador Taurus, por lo que en una sola inmersión se pueden visitar dos pecios. Se pueden ver grandes bolardos de amarre en la proa y el casco es de una sola pieza, con una sala de control en la parte superior.

El remolcador Florida se hundió a 14 millas del puerto de Recife, debido al mal tiempo. De los 11 miembros de la tripulación a bordo, sólo 05 sobrevivieron al naufragio. Esta inmersión comienza a 30m. y puede alcanzar los 33m. Muchas partes están todavía bien conservadas, como la caldera, el cabrestante, la máquina de doble expansión, la hélice y el timón.

Debido a la proximidad de estos dos pecios, separados por unos 20 metros, es muy común que los buceadores visiten ambos en una misma inmersión. La inmersión es relativamente superficial, realizándose a unos 20 metros de profundidad, con gran seguridad para posibles penetraciones y diversión garantizada.

La razón del choque entre el vapor Pirapama y el vapor Bahía sigue siendo un misterio. Se estima que este barco se hundió en 1889. Hoy descansa entre 19 y 23 metros de profundidad. Se pueden identificar muchas piezas, lo que aporta un gran valor histórico a este naufragio.

Debido al perfecto e intencionado hundimiento, el remolcador Saveiros descansa en el fondo en posición de navegación, a 28 metros de profundidad. Su estructura se conserva, y se pueden identificar los bolardos de amarre, la hélice canalizada, la casa con la sala de control, la chimenea y los pasajes a la sala de máquinas.