La razón del choque entre el vapor Pirapama y el vapor Bahía sigue siendo un misterio. Se estima que este barco se hundió en 1889. Hoy descansa entre 19 y 23 metros de profundidad. Se pueden identificar muchas piezas, lo que aporta un gran valor histórico a este naufragio.

El velero Orca está hecho de hierro y fue hundido a propósito en 1998 para que sirviera de arrecife artificial, proporcionando refugio a las especies marinas. Se encuentra a 38 metros de profundidad y su estructura está parcialmente desmantelada. Se pueden identificar algunas partes.

El remolcador Servemar X fue hundido en 2002, junto con otros dos remolcadores, Lupus y Minuano, que también se encuentran en Recife. Este pecio está en posición de navegación y muy bien mantenido. Esta inmersión se realiza entre 20 y 25 metros y puede tener presencia de corriente.

La fecha de hundimiento de este barco no es precisa, y las fuentes apuntan a entre 1850 y 1900. Era un barco pequeño, que hoy yace a 25 metros de profundidad y casi completamente enterrado en un fondo arenoso.

No es posible determinar correctamente el nombre y la fecha de este naufragio. Probablemente se trataba de un pequeño remolcador de ruedas con propulsión de vapor. Está correctamente apoyado en el fondo y, aunque la mayoría de las piezas están enterradas, los motores y las calderas están casi intactos y en la posición correcta. No hay que perdérselo.

El remolcador Lupus fue hundido junto a los remolcadores Minuano y Servemar X. La profundidad mínima de inmersión es de 30 metros y la máxima de 36. Muchas partes están todavía intactas y bien conservadas. Es posible ver dos grandes chimeneas junto a la cabina.

El remolcador Virgo yace en el fondo en posición de navegación a sólo 20 metros del remolcador Taurus, por lo que en una sola inmersión se pueden visitar dos pecios. Se pueden ver grandes bolardos de amarre en la proa y el casco es de una sola pieza, con una sala de control en la parte superior.

Debido a la proximidad de estos dos pecios, separados por unos 20 metros, es muy común que los buceadores visiten ambos en una misma inmersión. La inmersión es relativamente superficial, realizándose a unos 20 metros de profundidad, con gran seguridad para posibles penetraciones y diversión garantizada.

Tras hundirse en 2003, en el puerto de Recife, el remolcador Taurus fue devuelto a la superficie y, debido a los daños, donado al proyecto de arrecife artificial. Hoy este pecio se encuentra a 25 metros de profundidad, ligeramente adherido a babor. Es posible penetrar e identificar muchas piezas.

El velero de hierro, llamado Yemanjá, hundido a propósito en mayo de 1999, frente a la playa de Pina, yace a 19 metros de profundidad. Este pecio está parcialmente desmantelado, y se pueden identificar algunas partes, como mástiles, cabezas de amarre y cavernas.