El buque Marguerite se encargaba de recoger los sedimentos de las dragas del puerto de Recife. Se hundió tras dos explosiones en sus calderas y se hundió 50 metros junto a la boya de la salida del puerto de Recife. Su profundidad máxima es de 15 m. y la mínima de 10 m. De los 10 miembros de la tripulación, sólo sobrevivieron dos.

El remolcador Servemar X fue hundido en 2002, junto con otros dos remolcadores, Lupus y Minuano, que también se encuentran en Recife. Este pecio está en posición de navegación y muy bien mantenido. Esta inmersión se realiza entre 20 y 25 metros y puede tener presencia de corriente.

No es posible determinar correctamente el nombre y la fecha de este naufragio. Probablemente se trataba de un pequeño remolcador de ruedas con propulsión de vapor. Está correctamente apoyado en el fondo y, aunque la mayoría de las piezas están enterradas, los motores y las calderas están casi intactos y en la posición correcta. No hay que perdérselo.

Situado a 3,5 millas de la costa, frente a la playa de Boa Viagem, el remolcador Servemar 1 se encuentra a una profundidad de 25 metros, ligeramente inclinado hacia estribor. Su estructura no es resistente, pero es posible realizar algunos pasajes, como en la sala de máquinas y donde estaba el timón. Ambos espacios están vacíos.

Debido a la proximidad de estos dos pecios, separados por unos 20 metros, es muy común que los buceadores visiten ambos en una misma inmersión. La inmersión es relativamente superficial, realizándose a unos 20 metros de profundidad, con gran seguridad para posibles penetraciones y diversión garantizada.

La razón del choque entre el vapor Pirapama y el vapor Bahía sigue siendo un misterio. Se estima que este barco se hundió en 1889. Hoy descansa entre 19 y 23 metros de profundidad. Se pueden identificar muchas piezas, lo que aporta un gran valor histórico a este naufragio.

El remolcador Virgo yace en el fondo en posición de navegación a sólo 20 metros del remolcador Taurus, por lo que en una sola inmersión se pueden visitar dos pecios. Se pueden ver grandes bolardos de amarre en la proa y el casco es de una sola pieza, con una sala de control en la parte superior.

El remolcador Minuano fue hundido a propósito y se encuentra a una profundidad de 32 metros, apoyado en su quilla. Su estructura está bien conservada y es posible realizar algunos pasajes. Se puede ver la hélice canalizada, el timón girado a babor, la bañera, los bolardos de amarre y las válvulas de achique.

El remolcador Phoenix forma parte del Parque de Pecios Artificiales de Pernambuco y fue hundido junto a los remolcadores Bellatrix y São José, distantes entre sí en pocos metros. Este pecio está en posición de navegación y muy bien conservado. Se puede ver el casario con sala de mando, chimenea, timón y más.

Tras hundirse en 2003, en el puerto de Recife, el remolcador Taurus fue devuelto a la superficie y, debido a los daños, donado al proyecto de arrecife artificial. Hoy este pecio se encuentra a 25 metros de profundidad, ligeramente adherido a babor. Es posible penetrar e identificar muchas piezas.